Ciudad Educa, para conjugar la convivencia paradójica de los paceños con la ciudad

Ciudad Educa es una metodología que enseña a convivir con el espacio urbano, a ejercer la ciudadanía en un proceso de aprender-desaprender, se trata además de una experiencia sustentada en una investigación en la que se devela que la convivencia de los paceños con la ciudad es paradójica pues sucede a través de la creatividad y la transgresión.

Los estudios desarrollados por la arquitecta e investigadora Mercedes Mallea, a la vez creadora de Ciudad Educa, intentaron responder a tres aspectos: cómo se ejercita la ciudadanía en el cotidiano vivir y actuar en los espacios públicos; por qué los procesos de enseñanza-aprendizaje, incorporados en la currícula educativa, no tienen los resultados esperados; y cuál es el impacto de los espacios públicos o privados en el desarrollo humano, en términos afectivos, emocionales y de conducta.

Educación en BoliviaMallea explica que los estudios en esas tres aristas se realizaron a lo largo de seis años de interés en el tema, y a través de la Asociación para la Creatividad en Bolivia (ASOCREABO) que se concentró en evaluar el impacto del espacio en la cognición, el comportamiento y la emoción en los ciudadanos al ejercer la ciudadanía.

¿Entonces cómo se pueden caracterizar los habitantes de la ciudad de La Paz? En una síntesis didáctica, la arquitecta y psicóloga afirma que las prácticas urbanas en La Paz están impregnadas de paradojas que contienen una transgresión. “Paradojas –continúa-- porque el paceño es sumamente creativo para subsistir en una ciudad desigual, que tiende a expulsarlo y que le agrede. La madre paceña no se muere de hambre, busca una actividad que lleve pan a su hogar, pero eso está atravesado por acciones que son contrarias a la protección del medio ambiente y la cohesión social, (como consecuencia) se tiene la basura, la inseguridad, la contradicción con los derechos del niño y del género”.

Después de conocer la relación ciudadano-ciudad, la siguiente pregunta fue “cómo hacemos para educar a una ciudadanía que entreteje los valores de la creatividad y de la transgresión”. Ciudad Educa es la propuesta de Mallea a esas “paradojas urbanas paceñas”, y consiste en un proceso de aprender y desaprender simultáneamente sobre la base de rituales secuenciados en un momento conceptual y otro emotivo.

El ritual está compuesto por un ciclo de actos pedagógicos: el contacto, en el que los participantes interactúan con las instituciones; las retóricas, en las que los profesionales e investigadores recrean la materialidad y los imaginarios de la ciudad; la síntesis, un cierre conceptual; el taller base, en el que se acopia percepciones y representaciones de los participantes; y el circuito, que es cuando ocurre la comunicación directa con la ciudad a través de la experiencia corporal, afectiva y cognitiva.

Así fue como los niños y niñas visitaron el botadero municipal, donde se les pidió que identificaran visualmente la bolsa de nylon que habían desechado el día anterior; o así fue como un grupo de jóvenes llegó a la Garita de Lima donde pusieron atención a todos los ruidos de su entorno y luego seleccionaron individualmente a uno en especial, para luego cada uno reproducirlo al mismo tiempo en un espacio distinto. En estas experiencias el aprendizaje involucra al cuerpo en contacto con la ciudad, lo que marca una vivencia inolvidable para en los participantes.

En este proceso se tocaron los temas de seguridad ciudadana vinculada al consumo de alcohol en espacios públicos, el cuidado del medio ambiente, la contaminación acústica, el riesgo, las mayorías y minorías en democracia, el papel del voto, cómo elegir una vocación mirando la ciudad, etcétera.

Las experiencias recogidas en este proceso, desde 2007, están expresadas en el libro Ciudad Educa… Una respuesta a las paradojas urbanas paceñas” (2011), que fue presentado recientemente en la Alianza Francesa.// PIEB

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