Andar por las calles céntricas de El Alto puede resultar toda una aventura si vas a pie, pero mucho más si estás en un vehículo motorizado, porque con las trancaderas que últimamente ya son parte de quehacer de esta urbe lo único que se gana es coraje con las eternas trancaderas.
1. Por eso, si estás apurado, es mejor moverse a pie por las calles del centro alteño tal como lo hacen estas personas, aunque extrañamente no se ven por ningún lado. 
2. Edificios como éste es el destino de mujeres que vienen de diferentes lugares de El Alto. Como no podía ser de otra manera, nunca falta una comidera para matar el hambre.
3. A pocos pasos de La Ceja donde hacen fila micros y minibuses para bajar a La Paz podemos encontrar puestos donde se comercializan sullus (fetos de llama) para realizar ofrendas de todo tamaño y precio.
4. Si La Paz tiene su Illimani El Alto tiene también su nevado protector, el Huayna Potosí; ubicado al norte de la ciudad. Vista desde el Aeropuerto Internacional de El Alto.
5. Vista de la Ceja de hace años atrás, ahora ya no se puede observar este panorama porque justo donde aparece la wiphala se encuentra un edificio de salud.
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