El tráfico vehicular, el desborde de los ríos en época de lluvias y los deslizamientos son algunos de los problemas que los habitantes de La Paz deben afrontar día a día. Muchas son las cosas que pueden cambiar para que esta ciudad no parezca un caldero en constante amenaza de explosión. ¿Qué pasaría si se tomaran sólo cinco acciones para transformarla?
El arquitecto planificador urbano Jorge Sainz participó hace pocos días en un encuentro que trató sobre las regiones metropolitanas de Latinoamérica. Desde su punto de vista, dando prioridad a simples acciones se puede cambiar un futuro problemático para La Paz.
"La suma de La Paz y El Alto constituye un área metropolitana. Junto a ellas, Laja, Patacamaya, Chulumani, Achacachi, entre otras, conforman la ‘región’ metropolitana. De esa forma se debe encarar el siglo XXI”, explica.
Sainz argumenta que cuando se trata de regiones metropolitanas, éstas deben superar el millón de habitantes. En consecuencia, si se toman en cuenta los datos preliminares del censo de 2012, La Paz, con 764.617 habitantes, no los tiene. Entonces habría que concebir a El Alto y La Paz como una sola región metropolitana.
Articulación del transporte
Sainz propone articular un sistema vial integrado. Por ejemplo, si una persona vive en una de las zonas más alejadas de El Alto y tiene que llegar a Cota Cota debe contar con al menos un vehículo que la deje en una de las terminales del teleférico. O que en el lugar exista una parada de buses que la lleve cerca de su destino. Además propone habilitar ciclovías y rutas peatonales.
Los vehículos deberán circular sincronizadamente: cuando un teleférico llega a su estación, en cinco minutos sale el bus que continúa la ruta, en una conexión. Además se debería pagar un pasaje único por cierto número de conexiones y por tiempo.
Consultado al respecto, el oficial mayor de Planificación para el Desarrollo del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, Álvaro Blondel, afirma que "nuestro modelo de desarrollo es integrador y equilibrado y toma en cuenta varios tipos de transporte integrado inicialmente con El Alto para hacerlo en una primera parte con los buses que tenemos”.
La autoridad hace referencia al modelo incluido en el Plan 2040, presentado hace dos meses, que incluye la incorporación de un ordenamiento territorial a corto, mediano y largo plazo. Sus ejes giran en torno al medio ambiente, riesgo y transporte, entre otros.
Cuencas y suelos
Según Sainz, es vital y necesario hacer una inversión para tratar las aguas de las cinco principales cuencas que pasan por la ciudad de La Paz, es decir, el Orkojahuira, Choqueyapu, Irpavi, Achumani y Huayñajahuira.
"Si se lograra tener plantas de tratamiento de las aguas, se contaría con mayores y seguras áreas verdes. Creemos que canalizar es la solución para La Paz porque lo que necesitamos es humidificar el medio ambiente. Hay que trabajar el tema de forma ecológica” indica.
Por otro lado, el presidente de la Junta de Vecinos de La Paz, Arturo Quispe, afirma que ya se ha instruido a la Dirección de Riesgos de la Alcaldía paceña para que implemente proyectos a gran escala sobre la estabilidad de los suelos y el embovedado de los ríos.
"El embovedado es un factor de gran importancia, descontaminar las aguas exige una inversión mayor”, indica Quispe.
Al respecto, Blondel señala que dentro del Plan 2040 se incluye salvaguardar las cuencas y su relación con la estabilización de los suelos, además de establecer una responsabilidad ecológica.
Evitar la escasez de agua
El economista ambiental y cofundador de la organización activista Reacción Climática, Stanislaw T. Czaplicki, explica que "actualmente alrededor del 30% del agua que abastece a las ciudades de La Paz y El Alto proviene del conjunto de los glaciares Tuni Condoriri.
En ambos casos se tienen estudios de la UMSA, el Instituto de Investigación para el Desarrollo y otros que demuestran una pérdida actual y futura de dichos glaciares posiblemente como consecuencia del cambio climático. Se estima que en un plazo de 20 años esos glaciares no existan”.
Para cambiar este panorama se deben conservar las fuentes y funciones ecosistémicas asociadas en el macrodistrito de Hampaturi. Se debe conservar y hacer un manejo sostenible de los bofedales por ser reservorios de agua.
A ello se suma el de desarrollo de alternativas masivas de captura de agua de lluvia, reducir las amenazas contaminantes a nivel de fuentes y de urbe, y cambiar la red de distribución de agua para eliminar los niveles actuales de pérdidas que, según indica el arquitecto, "son aberrantes”.
Conceptos como los mencionados se encuentran en estudios como Impactos del cambio climático y gestión del agua sobre la disponibilidad de recursos hídricos para las ciudades de La Paz y El Alto, de Edson Ramírez.
Migración momentánea
Sobre la población de la ciudad de La Paz, dirigentes y autoridades manifestaron que gran cantidad de personas de El Alto y de otras regiones cercanas llegan todos los días a La Paz y utilizan sus servicios y recursos.
Sainz argumenta que en El Alto y La Paz se tiene una población flotante que está por razones de estudio o trabajo, ya sea por el día o de lunes a viernes, y que luego se van a sus poblaciones. Esto debe ser resuelto a través del desarrollo descentralizado de las mismas.
Sobre este tipo de migración, Quispe reitera que La Paz merece un tratamiento especial respecto de la cantidad de gente que llega a esta urbe. "Por día hemos calculado que se tiene una población de 1.200.000 habitantes. Lo que queremos es que de alguna manera se compense económicamente o con proyectos grandes albergar a personas de otras ciudades”.
Voluntad política
Para Sainz, el modelo político actual hace que los alcaldes de La Paz y El Alto, que pertenecen a distintas corrientes políticas, tengan una visión particular del territorio. Cree que, en un futuro, se deberá elegir una autoridad, al margen de ambas, que represente a la región metropolitana.
"Se han realizado muchos intentos en cuanto al tema de la metropolización y no se va a lograr nada respecto de este tema sino se tiene voluntad política. La nueva propuesta que establece el Plan 2040 es identificar los proyectos de interés común con El Alto y la parte amazónica como Zongo”, argumenta Blondel.
Los entrevistados coinciden con Blondel en que no hay forma de hacer el trabajo sin resolver este importante punto.
Para ellos, tomar cinco medidas iniciales que cuenten con el apoyo del Gobierno, la ciudadanía y los actores implicados hará más fácil la vida de sus habitantes y transformará así a La Paz.// Página Siete (BO)
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