Lustrabotas: ¿Te lustro jefe?…pisá nomás

Ver lustrabotas en las calles de La Paz y El Alto es algo cotidiano hay unos que tienen lugares fijos y otros que van recorriendo las vías de la ciudad. En cuanto a la edad, los hay de todas las edades, desde niños pequeños de 5 años hasta personas de la tercera edad.

Dado que son muchos, algunos han decidido asociarse en grupos o sindicatos, en cambio otros, prefieren ser independientes ya que por donde trabajan lo hacen solos. En cambio los que trabajan en lugares como el puente de La Ceja o la Pérez Velasco se han agrupado para defender su fuente de trabajo y no dejar ingresar a nuevos lustras por el lugar.

¿QUÉ ONDA CON EL PASAMONTAÑAS?

Si bien no todos los lustrabotas utilizan pasamontañas para cubrirse el rostro como los lustras de la iglesia de San Francisco o los de la Plaza Murillo hay quienes lo hacen para proteger su identidad (cual si fueran superhéroes). En un momento ha habido gente que pedía  que dejen de usar pasamontañas y “den la cara”. Pero eso ha sido antes. Ahora ya es parte de su uniforme que permite mantener en el misterio el rostro de la persona que saca el brillo a nuestros calzados.

ANÉCDOTA

Una vez, allá cuando la lustrada valía 50 centavos el lustra me ofreció lustrarme con la crema líquida, acepté y le dijo que sí. Después de que terminara su labor lamenté haber aceptado su ofrecimiento ya que pretendió cobrarme 7 bolivianos (Precio que costaba comprarse una crema líquida nueva) por la lustrada.

Le reclamé al lustra y le dije que eso era un abuso, inmediatamente aparecieron dos colegas suyos y me empezaron a exigir que pagara lo que pedía el lustrabotas. Después de una acalorada discusión ofrecí pagarle la mitad, cosa que aceptó a regañadientes. A partir de ese no acepto proposiciones extrañas de lustrabotas

Reynaldo Quispe Chipana