Triste realidad: Canchas alteñas se convierten en cantinas los fines de semana

Vivir en El Alto: Prohibición. Los domingos en el Complejo 18 de Mayo los jugadores consumen licor, pese a la norma.

Es una pena que eso suceda pero es la triste realidad y así lo refleja el periódico paceño La Razón:

El árbitro decreta el final del partido. Una cerveza fría espera a la figura del encuentro en el torneo Norte Interligas de la ciudad de El Alto. Una atención de los dirigentes de uno de los clubes que pelea por llegar a las instancias finales del campeonato.

Allí como en la mayoría de los certámenes de fútbol zonal, una bebida alcohólica, entre gaseosas, golosinas y sándwiches, aguarda a los futbolistas para calmar la sed en los kioscos instalados a metros de los campos deportivos.

Por ello, los campos deportivos acaban como improvisadas cantinas donde ebrios, aún con buzos deportivos, protagonizan riñas callejeras; situación que se repite cada fin de semana en el centenar de ligas barriales, pese a una ordenanza municipal alteña que prohíbe este tipo de consumo.

“Es lamentable, pero parece que es parte de nuestra idiosincrasia: ganen, pierdan o empaten igual nomás toman”, señala resignado el presidente de la Asociación Deportiva Fabril, Martín Ajacopa, en el complejo Fabril 18 de Mayo. En esa asociación hay 130 clubes y cuentan con una Escuela de Fútbol con 300 niños, sin embargo en los kioscos de ese complejo los jugadores consumen cajas de cerveza y botellas de otras bebidas alcohólicas.
NORMA. Pese a la Ordenanza Municipal 132 del 2007, que prohíbe el consumo de licores a 100 metros de los campos deportivos, la norma no se cumple. “Nadie obedece la ordenanza y nuestros esfuerzos son insuficientes, porque los vecinos tampoco hacen nada, ellos deben ser los primeros en evitar que tomen bebidas en los campos deportivos”, critica el mayor Dayler Zurita, responsable de Seguridad Ciudadana de la Alcaldía alteña. Zurita espera mejorar el control a partir del 1 de diciembre, cuando la guardia edil sea reforzada con 200 nuevos integrantes.

En el campo de juego del Norte Interligas, a dos cuadras de la Universidad Pública de El Alto (UPEA), el secretario de Hacienda, Serapio Tintaya, dice que el problema de la venta de bebidas alcohólicas es más grande de lo que se cree.

“Las 10 vendedoras que nosotros tenemos se fueron a quejar incluso a la Alcaldía cuando les quisimos prohibir que vendan cerveza y muchas de ellas pusieron como pretexto que son ‘mujeres solas’ o que ‘una cajita nomás voy a vender”, precisa Tintaya desde la mesa de control de la cancha de fútbol.

No piensa lo mismo el árbitro Tomás Álvarez, con 38 años en los campos de juego como juez central. “En el interior del país hay más control, pero aquí los dirigentes de los clubes, que a veces llegan de ch’aki (resaca), dan el mal ejemplo al invitar a sus propios jugadores ‘dos cervecitas’. Esto está muy mal porque después los jugadores agreden a los árbitros”.

Como una medida para evitar que los jugadores consuman bebidas alcohólicas en el campo deportivo se determinó cerrar la cancha de Norte Interligas a las 18.00. “Así nadie se queda aquí y ése es el acuerdo al que hemos llegado con todas las caseras”. Pese a ello, los futbolistas siguen el festejo en las cantinas próximas.

En la Liga Deportiva Residentes de Corapata, de la zona Túpac Katari de El Alto, y mientras se juega el clásico zonal entre Pibes Carvajal y Deportivo López, una ch’iwiña evita que se calienten las cervezas en uno de los puestos ubicado a dos metros de la mesa de control del campeonato.

“Aquí los jugadores no pueden consumir bebidas, sólo lo hacen los mayores y los aficionados, pero los futbolistas no”, asegura el presidente de esa la Liga, Julio Carvajal, ante un grupo de cinco niños de la zona que siguen las incidencias del clásico del barrio en la cancha de tierra.

“Además, el próximo año vamos a convocar a los niños para el primer campeonato de nuestra Liga”, anticipa. Al final del compromiso un par de aficionados invitan una cerveza al árbitro del encuentro. “Esa no era una falta pues ¿cómo vas a cobrar? Bueno servite ahora este vasito”, y le entrega una copa al juez del partido.

Algo similar pasa en las canchas “Maracaná” y “12 de Octubre”, dos de las más tradicionales, donde hasta aficionados se embriagan en las graderías.

Como dice ese eslogan: ¿HASTA CUÁNDO PUES?

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