Estudio dice que en El Alto hay 165 pandillas y grupos juveniles

Características: La investigación del Observatorio de Control Social de Gregoria Apaza indica que algunas pandillas tienen fines delictivos y otras no. Un total de 420 alumnos de 30 colegios ayudaron a identificar los nombres y las zonas.
En la zona Huayna Potosí, en el Distrito 5 de la ciudad de El Alto, en agosto de 2007, Freddy Limachi (17) fue asesinado por tres miembros de la pandilla “Vatos Locos”.
El joven falleció desangrado tras recibir dos cortes con un arma punzocortante, uno a la altura de la tetilla izquierda y el otro en el abdomen.
Cada tajo que recibió la víctima medía dos centímetros de profundidad. El autor del ataque fue identificado por la Policía como Moisés Mayta, quien estaba acompañado por dos hermanos suyos.
Los “Vatos Locos”, cuyos integrantes se desplazan por las zonas de Alto Lima (Distrito 6), Villa Dolores (Distrito 1), Complejo y Huayna Potosí (Distrito 5), forman parte de una lista de 165 pandillas y grupos juveniles o redes sociales que fueron identificados por 420 escolares en la Encuesta sobre Seguridad Ciudadana de la ciudad de El Alto, realizada por el Observatorio de Control Social del Centro Gregoria Apaza.
La gerente de Acción Ciudadana de Gregoria Apaza, Claudia Espinoza, explicó a La Prensa que la información recogida en la encuesta fue proporcionada por escolares de 14 a 19 años de edad de 19 colegios fiscales, nueve privados y dos de convenio de El Alto, donde se aplicó el cuestionario.
En total, fueron 14 encuestas realizadas en 30 colegios, donde 420 alumnos respondieron a 20 preguntas sobre seguridad ciudadana y violencia escolar.
En las interrogantes 19 y 20, sobre si los estudiantes conocen las pandillas que operan en El Alto y cuáles son las zonas a las que pertenecen, los encuestados ayudaron a los investigadores a elaborar una lista de 165 pandillas y grupos juveniles, que tienen características diferentes según las respuestas.
Algunas son pandillas con fines delictivos (robo, amedrentamiento, amenazas y peleas), pero también hay grupos, que se hacen llamar pandillas, que no tienen fines delincuenciales, explicó la investigadora Espinoza, quien participó en la encuesta.
La experta señaló que al segundo tipo de pandillas —identificado como no delictivas— se puede calificar como “grupos juveniles” o “redes sociales”, ya que los integrantes sólo se juntan para divertirse entre ellos y, en algunos casos, para defenderse de las pandillas violentas que visitan sus zonas.
Según la investigación, hay casos de pandillas de mujeres que llevan una prenda o una seña para reconocerse entre ellas, pero sólo lo hacen para defenderse de grupos violentos que las quieren atacar cerca de los colegios o en las calles.
Estas pandillas femeninas fueron identificadas con los nombres de las “Ladies”, “Burbujitas”, “Las Hijas”, “Pipocas”, “Las Viudas”, “Ladies Vatos”, “Ladies Clickers” y “Gatas Salvajes”.
Además, los estudiantes encuestados ayudaron a obtener una lista fidedigna con nombres y zonas donde operan 14 pandillas de varones que se desplazan por colegios y barrios de la ciudad de El Alto (ver infografía).
Sin embargo, el estudio no precisa si esas pandillas son delictivas o si se trata de grupos juveniles. “Esto se hizo para no estigmatizar a las personas que viven en las zonas donde se desplazan las pandillas delictivas”, informó la representante de Acción Ciudadana.
En el estudio, los alumnos aseguraron que hay algunas pandillas delictivas que se dedican a vender drogas, manejan armas de fuego y cometen robos.
La investigación sirvió además para que las líderes sociales alteñas elaboren un anteproyecto de Ley sobre Seguridad Pública Educativa que será presentado a la Asamblea Legislativa Plurinacional para su debate y aprobación.
Para destacar
En el estudio, el 52,7 por ciento de los escolares aseguró que siente temor cuando está en las calles de El Alto.
Las razones de ese temor son los robos, los asaltos y los antisociales, según la respuesta mayoritaria (37,5 por ciento).
Hay escolares que “a veces” llevan armas blancas a los centros educativos, respondió el 32,7 por ciento.
Sobre el consumo de drogas, el 14,8 por ciento dijo que no las “conocía” y el 57,4 por ciento, que “nunca” las consumió.
La Prensa