Estudio sobre disponibilidad de agua en La Paz y El Alto ofrece modelo de gestión

El estudio denominado “Cambio Climático, Disponibilidad de Recursos Hídricos y Medidas de Adaptación en Bolivia” del Instituto de Hidráulica e Hidrología (IHH), que advierte que el año 2009 se rompió el equilibrio entre la oferta y la demanda de agua en las ciudades de La Paz y El Alto, ofrece un modelo de gestión sostenible y adaptación climática en construcción a mediano plazo.

El hidrólogo y glaciólogo, Edson Ramírez del IHH de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), coordinador del proyecto GRANT (Glaciares y Recurso Agua en los Andes Tropicales), apoyado por la Agencia de Cooperación del Japón JICA, el Instituto de Ingeniería Sanitaria, la Empresas Pública Social del Agua y Saneamiento (EPSAS) y la Universidad ULB de Japón socializó los primeros hallazgos de la investigación de dan pie a un modelo de gestión del agua.

Agua en Bolivia“Hay iniciativas que se están realizando a través del Programa Nacional de Cambios Climáticos que apoyan a otros estudios complementarios como la determinación de agua no contabilizada, que es un factor muy sensible en momentos de hacer un balance. Este modelo de gestión lo que pretende es hacer una administración sostenible del recurso hídrico considerando diferentes factores como el cambio climático”, explicó.

La preocupación que motivó el estudio se orientó a los impactos de los cambios climáticos registrados en los últimos 30 años, lo cual hace temer a la comunidad científica nacional e internacional, una afectación en la disponibilidad del agua, por lo que es necesario cotejar tanto la oferta como la demanda de los recursos hídricos.

De acuerdo a los cálculos previos realizados por el equipo investigador, las poblaciones de La Paz y El Alto enfrentan en la actualidad un equilibrio muy sensible entre la oferta y la demanda del agua “estaríamos en una fase en la que empezamos a utilizar más agua de lo que podemos producir, y eso se atribuye al hecho de que la población misma ha crecido, las tasas son altas”, afirmó Ramírez.

La población de El Alto creció a un ritmo del 5% anual, mientras que la de La Paz a un 2,5%. Según el experto, el sistema tiene limitaciones para el abastecimiento, y lo que preocupa es que en adelante por el mismo crecimiento natural de la población y los impactos del clima, es urgente trabajar en medidas de adaptación climática.

“Todavía no se tiene porcentajes de déficit, mal que bien, hasta el momento EPSAS logró equilibrar la distribución de agua en función de cuatro sistemas que se están trabajando como son: Tuni Condoriri, Choqueyapu, Incachaca, Hampaturi y Tilata, donde se ha tratado de administrar de forma que no falte agua a los diferentes sistemas”, explicó.

Sin embargo, advierte que años secos consecutivos por ejemplo, provocarían sustancialmente modificaciones en los tipos de abastecimiento.

Metodología
El proyecto incorpora cinco componentes referidos al aporte de los glaciares, el escurrimiento superficial, el transporte de sedimentos, la calidad de aguas y la gestión de recursos hídricos. La idea es que en un tiempo relativamente corto se pueda proporcionar a los tomadores de decisión un modelo de gestión que permita contar con estrategias de adaptación.

La metodología contempla la medición de datos sistemáticos de las variables hidro-meteorológicas relacionadas a los glaciares, las de los aportes de agua de las represas, las referidas a la calidad del agua, además de los aportes de sedimentos que podrían comprometer a futuro el volumen de la presa.

En términos de oferta y demanda se tomaron en cuenta las tendencias de crecimiento poblacional, así como las de demanda de agua en base a registros de EPSAS y de gestiones anteriores. “Es a través de estas proyecciones que hemos hecho, que hemos visto que para el 2009 ya se rompió este punto de equilibro, lo que quiere decir que para esta época creció más la población al igual que la demanda”, sostuvo.// PIEB

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