El paso a desnivel del cruce a Villa Adela superó ayer la prueba de carga, que consistió en resistir una volqueta de 38 toneladas de peso. Así la obra se encuentra apta para ser recibida de manera definitiva, acto que ocurrirá en tres semanas, luego de la ejecución de obras menores.
La ceremonia se llevó a cabo en la mañana con la presencia del director de Obras de la Alcaldía alteña, Víctor Vargas, y el supervisor de esta construcción, el funcionario municipal Óscar Layme. Por el lado de la empresa constructora Chaco estuvieron presentes los técnicos.
El acto consistió en el paso de una volqueta de seis ruedas cargada con tierra, con un peso total de 38 toneladas, por los carriles de ida y de regreso del puente construido en el cruce entre las carreteras a Villa Adela y a Viacha. Los especialistas hicieron mediciones acerca del hundimiento de toda la plataforma cuando ésta soportaba tal cantidad de masa.
Layme explicó, luego de las verificaciones, que el pontón, que tiene un espesor de 22 centímetros, se “deformaba” (es decir se hundía) nueve milímetros, cantidad que es considerada normal por las especificaciones internacionales, pues “las normas permiten un máximo de dos centímetros”. Sostuvo que este paso se comporta de manera adecuada porque “transmite la carga hacia los puntos (pilares)”.
Ese peso es superior a lo que el puente recibirá en un mismo instante, cuando esté abierto al paso vehicular. Según técnicos de la Alcaldía, un minibús con pasajeros pesa 2,9 toneladas y se estima que en un mismo momento podrían estar diez de ellos encima de la estructura de hierro y cemento; lo que hace una carga de 29 toneladas.
El arquitecto Vargas indicó que ésta fue la última prueba. “Prácticamente el paso a desnivel está concluido y se espera que las obras complementarias acaben en dos semanas más, para hacer la entrega final hasta dentro de tres semanas como máximo”, adelantó el funcionario.
Esta obra fue entregada de manera provisional el 29 de octubre del año pasado. Desde esa fecha, la empresa tenía 180 días para hacer pruebas, antes de su recepción final, la última de las cuales se hizo ayer.
En este tiempo se habilitó el tráfico vehicular en la parte baja del puente para facilitar la circulación vehicular entre las villas, que estaba muy complicada por el cierre de las arterias en ese lugar para permitir los trabajos de construcción.
Layme comentó que al margen de las verificaciones de resistencia se implementaron, con anterioridad, otras referidas a la calidad del hormigón. “En la parte de la losa ya se realizó el muestreo, al que llamamos testigos. Se trata de verificar las fisuras que presentan algunas partes y se ha demostrado que éstas responden al cambio de temperatura, y no son profundas, sino superficiales. Debemos aclarar que su aparición es normal”, acotó.
Esta construcción, que está en uno de los puntos más conflictivos de tráfico vehicular en El Alto, comenzó a edificarse en marzo de 2010. La primera fase se concluyó en noviembre de 2011 y la segunda, que comenzó en junio de 2012, en octubre del año pasado.
El paso a desnivel consta de un puente de 360 metros lineales, levantado encima de la carretera a Viacha, y con cuatro carriles para los motorizados: dos de ida y dos de regreso. Pese a que en tres semanas se realizará la recepción final, la obra no estará habilitada sino hasta la conclusión de la Doble Vía a Viacha, que está en pleno trabajo. Además, se tiene que concluir una canalización en la avenida Tiwanaku, a 70 metros del ingreso a la plataforma.
Proliferan negocios en el área
Comercio
En el sector del cruce a Villa Adela ha aumentado el número de negocios en los últimos años. Antes, el comercio se reducía a bares, quioscos y farmacias; pero ahora incluye bancos, institutos, paradas de taxis, baños públicos, tiendas, ferreterías, entre otros.// La Razón (COM)
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