Colegio San Ignacio (La Paz)

El “San Ignacio” inició sus actividades educativas el año 1963, bajo el nombre “San Calixto Següencoma” con el nivel de primaria y una población de 235 alumnos, muchos de ellos provenientes del Colegio “San Calixto”. En 1969 egresó la primera promoción con 39 bachilleres.

El año 1970 se implementó un turno vespertino que recibió el nombre de “Loyola”.

El año 1980 se instauró la educación mixta, ingresando niñas al primer curso del ciclo básico.

Colegios de La PazEn 1981 se fusionaron los Colegios “San Calixto Següencoma” y “Loyola” en un solo “Colegio San Ignacio”.

Con el deseo de coordinar mejor el Proyecto Educativo de los Colegios jesuitas de Bolivia, en 2002 la Compañía de Jesús creó la Fundación Educativa Padre Pedro Arrupe (FEPPA) y desde entonces la institución lleva el nombre de “Unidad Educativa FEPPA – San Ignacio”.

Una de las características del “San Ignacio” ha sido el trabajo social realizado anualmente desde el año 1969 por los estudiantes del último curso de secundaria. Durante el espacio de tres semanas realizan un campamento de trabajo en comunidades rurales, llevando adelante junto con los comunarios alguna obra que sea de utilidad pública: cementado de canchas, alcantarillado, aducción de agua potable, etc. De este modo viven el lema ignaciano de “ser con y para los demás”, conocen mejor a Bolivia, aprenden lo que es el trabajo a pico y pala y practican una interculturalidad real. Muchas vocaciones profesionales han surgido de esta experiencia que les marca para toda la vida.

Además de la calidad académica que caracteriza a nuestra institución, los estudiantes también han destacado con grupos de teatro, música, danza, canto y deportes (fútbol, futsal, baloncesto, volleyboll, natación).

La educación de excelencia vivida en el Colegio ha sido reconocida con diversas condecoraciones: “GRAN ORDEN BOLIVIANA DE LA EDUCACIÓN” (Ministerio de Educación 1987), “ESCUDO DE ARMAS POR SERVICIOS ESPECIALES” (H. Alcaldía Municipal de La Paz 2002), “AL MÉRITO CÍVICO” (Gran Orden Amigos de la ciudad 2013), “HONOR AL MÉRITO” (Cámara de Diputados 2013), “AL MÉRITO” (Club Social 16 de Julio 2013), “AL MÉRITO” (Gobierno Autónomo Departamental de La Paz 2013), “AL MÉRITO” (Comisión de Educación, Salud y Deportes 2013), “FRANZ TAMAYO” (Cámara de Senadores 2013). “BODAS DE ORO” (Asociación Nacional de Colegios Privados de Bolivia 2012), “BODAS DE ORO” (Comité Femenino de Obrajes 2012), “PRÓCER DOMINGO MURILLO” (Gobierno Municipal de La Paz 2012), “MEDALLA AL MÉRITO EDUCATIVO” (Promoción 2013 Camaleones 2013).

1. Visión

Somos una comunidad educativa ignaciana comprometida con Dios al servicio de los demás, que forja hombres y mujeres libres con talentos y capacidades creativas, en el marco de la justicia, equidad, interculturalidad, compasión y excelencia; conjugando el ser, el saber, el hacer, el convivir y el vivir la fe.

2. Misión

Desarrollar procesos educativos integrales, pertinentes, de calidad, basados en los valores ignacianos, en el marco de la pedagogía de la reflexión, comprometiéndonos a participar activamente en el cambio hacia una sociedad con fe y justicia.

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LÍNEAS DE ACCIÓN

1. Aprender a ser

“El objetivo de la educación Jesuita es ayudar al desarrollo más completo posible de todos los talentos dados por Dios a cada individuo como miembro de la comunidad humana” ,Características, n. 25

  • Conocimiento de uno mismo
  • Actitud positiva respeto a si mismo, a los otros y ante la vida
  • Espíritu abierto, receptivo, sensible y de servicio
  • Sentido de responsabilidad y de esfuerzo. Compromiso
  • Crecimiento integral de la persona, intentando un desarrollo armónico de todos los aspectos: personas intelectualmente maduras y emocionalmente equilibradas; espiritualmente fuertes y humanamente llenas.
  • Capaces de ser felices y de crear felicidad en su entorno.

2. Aprender a saber

“Una formación intelectual completa y profunda incluye el dominio de las materias básicas, humanísticas y científicas, a través de un estudio cuidadoso y continuado, que se basa en una enseñanza de calidad y bien motivada... La educación Jesuita atiende particularmente al desarrollo de la imaginación, la afectividad y la creatividad de cada alumno en todas las materias y estudios”. Características, nn. 26 y 28

  • Curiosidad y gusto por descubrir, saber y profundizar
  • Aprender a pensar y a aprender
  • Dominar el lenguaje oral, escrito y visual.
  • Personalizar el proceso de aprendizaje
  • Capacidad de cooperar para aprender
  • Desarrollar al máximo las capacidades de los alumnos y que adquieran unos valores que los traigan a vivir una vida llena y solidaria.
  • Transmitir los contenidos con rigor.
  • Fuerte exigencia académica, moderada por la necesaria personalización y atención a la diversidad.
  • La evaluación como una tarea de orientación y mejora de los procesos y resultados.

3. Aprender a hacer

  • Expresa con libertad lo que sabe, cree y siente.
  • Desarrolla su capacidad de análisis crítico del contexto.
  • Busca soluciones creativas a situaciones y problemas cotidianos y nuevos.
  • Utiliza adecuadamente las TIC’s en el proceso de aprendizaje.
  • Participa activamente en las actividades co y extra curriculares.
  • Utiliza estrategias de estudio y de investigación pertinentes.
  • Crea y recrea objetos, situaciones y relaciones aplicando sus conoiemientos. Se comunica haciendo uso de diferentes lenguajes.

San Ignacio

  • Preserva su medio ambiente utilizando responsablemente los recursos naturales.
  • Afronta los desafíos del mundo actual: discriminación pobreza racismo y marginación.
  • Ejerce ciudadanía actuando democráticamente
  • Se acepta sí mismo y a los demás con sus valores virtudes y limitaciones.

4. Aprender a convivir

“Hoy nuestro objetivo educacional primero debe ser formar hombres y mujeres para los demás; hombres y mujeres que vivan no para sí mismos sino para Dios..., hombres y mujeres que no pueden siquiera pensar un amor de Dios que no incluya el amor por el menor de los prójimos; hombres y mujeres enteramente convencidos de que el amor de Dios, que no conduce hombres y mujeres a la justicia, es una farsa". Arrupe, Pedro: Hombres para los Demás, nota 5, pág. 9, referida en Características n. 82.

  • Respetar y ayudar a las personas y a la madre tierra
  • Resolver conflictos con el diálogo
  • Identificar y combatir las causas de la injusticia
  • Formar mujeres y hombres con una vocación de servicio a los demás.
  • Fundamentar y desarrollar en los alumnos actitudes de responsabilidad cívica, social, política y ecológica que los conduzcan a trabajar por una sociedad abierta, no discriminatoria, justa, fraternal y solidaria.

  • Organizar la vida del colegio de forma coherente con estos objetivos de formación social.

5. Aprender a vivir la fe

"Desde el punto de vista cristiano, el modelo de la vida humana - y por con¬si-guiente el ideal del individuo educado humanamente - es la persona de Jesús. Jesús nos enseña con su palabra y ejemplo que la realización de nuestra plena capa¬cidad humana se logra en definitiva por nuestra unión con Dios, una unión que se busca y se alcanza en la relación amorosa, justa y compasiva con nues¬tros hermanos. El amor de Dios, entonces, encuentra su verdadera expresión en nuestro diario amor al prójimo, en nuestro cuidado compasivo de los pobres y los que sufren, en nuestra preocupación profundamente humana por los demás como pueblo de Dios. Es un amor que da testimonio de fe y se expresa a través de la acción en favor de una nueva comunidad de justicia, amor y paz". ICAJE. “Pedagogía Ignaciana. Un planteamiento práctico”, n. 16

  • Proponer el Evangelio
  • Ofrecer acompañamiento
  • Integrar la fe y la vida
  • Dar imagen viva de Iglesia
  • Diálogo desde la fe con la ciencia, la cultura y las creencias
  • Cualquier actividad del Colegio constituya una auténtica y verdadera pedagogía de la fe cristiana, ya sea con el testimonio personal y comunitario de los educadores, ya sea con las actividades directamente catequéticas y pastorales.

  • La pedagogía de la fe debe respetar la libertad, abrirse al diálogo y conducir a una experiencia de Dios profunda, a una fe comprometida con todos los hombres.

  • Manifestar las raíces cristianas de nuestras opciones ético-sociales.

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