El Alto cumple su quinto día de movilizaciones entre división y debilitamiento

Parte de la ciudadanía alteña cumplió su quinto día de movilizaciones, además lleva un paro de actividades económicas y de transporte. No se conoce con precisión su demanda y de a poco se ve división entre los ciudadanos que quieren continuar con las medidas y otros que no. De esa forma se evidencia un debilitamiento en las protestas.

La Agencia de Noticias Fides (ANF) tuvo la oportunidad de observar de cerca las movilizaciones de los cinco días de los ciudadanos alteños tanto en esa urbe como en la ciudad de La Paz.

Las protestas con el pasar de los días fueron perdiendo fuerza y actualmente muestran debilitamiento y cansancio en parte de la población. Pero que también existe la firmeza en varios grupos empeñados en continuar con las marchas.Paz para Bolivia
Las movilizaciones piden distintas demandas, que varían en cada grupo, como el retorno de Evo Morales al poder, respeto a la Whipala y a la mujer de pollera, la renuncia de la presidenta transitoria, Jeanine Áñez, y que no participe en las elecciones el cívico cruceño Luis Fernando Camacho ni el excandidato de Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa.

Renuncia de Morales moviliza a parte de El Alto 
Después de la renuncia de Morales, varios sectores en la urbe alteña se levantaron en contra de la dimisión y en molestia y repudio hacia los líderes cívicos de Santa Cruz, Potosí, Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade) y el expresidente, Carlos Mesa.

Morales dejó su cargo a las 16.55 horas del domingo 10 de noviembre, presionado por las movilizaciones en su contra y después de conocerse el informe de la Organización de Estados Americanos (OEA), que establecía que hubo fraude en las elecciones del 20 de octubre, que le dieron el triunfo en primera vuelta.

A minutos de la renuncia, el presidente del Comité Cívico pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, ingresó al Palacio Quemado con la carta de pedido de dimisión a Morales y una biblia en mano. Inmediatamente, los medios de comunicación mostraron a dos personas quemando la bandera Wiphala y a otras bajando esta de algunas instituciones públicas.Paz para Bolivia
Ese elemento causó el enojo de parte de la población boliviana, en general, y de la alteña, en particular. Por ello, varios grupos afines al MAS iniciaron las protestas; sin embargo, mucho de ellas se convirtieron en actos vandálicos que quemaron, saquearon y atacaron propiedades privadas y públicas desde la noche del domingo.

Turbas aterrorizan la Ceja de El Alto
El lunes por la mañana un grupo de personas tomaron el control de la Ceja de El Alto. No se conoce con precisión de qué zonas llegaron, pero inicialmente apedrearon algunos negocios y quemaron las instalaciones de la Policía Tránsito de El Alto.

Horas después, en una reunión en la Plaza Ballivián, a la que ANF asistió, los vecinos de ese sector celebraban la toma de Tránsito y planeaban continuar con los saqueos de algunas instalaciones de los policías, y entre ellos, ubicar la casa de la alcaldesa, Soledad Chapetón, para quemarla.

Cerca de las 15.00 horas del mismo día, un grupo de vecinos del sector de San Roque llegó al puente de la final autopista de la Ceja de El Alto; en su camino arengaba “Ahora sí, guerra civil”. A su llegada ya no se veía muchos efectivos policiales porque los manifestantes se habían incrementado en número.

En medio de todas esa movilización y dispersión de la policía en la final autopista, también no existía presencia de los medios de comunicación porque no permitían el registro de imágenes.
Muchos de los movilizados estaban con el rostro cubierto para no ser identificados como autores de los destrozos. El objetivo de la trinchera de la movilización era tomar la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de esa ciudad. Tras rebasar a la policía lograron su objetivo: la quemaron y celebraron el hecho.

El miedo llega a El Alto
Después de la renuncia de Morales, el fantasma de 2003 reapareció en El Alto y el miedo invadió la gran mayoría de sus habitantes. Varias zonas alertaron a sus vecinos a permanecer en vigilia con fogatas de las mil esquinas. Los vecinos armaron trincheras para evitar saqueos tal como habría ocurrido la noche del domingo en la zona de Chasquipampa de La Paz.

El lunes en la noche vecinos encendieron, en menos de una hora, al menos dos mil fogatas solo en la zona norte de El Alto. Temían ataque a sus propiedades.

Asimismo, las turbas que quemaron ese día al menos ocho unidades policiales en la urbe alteña, comenzaron a generar miedo en los vecinos con amenazas de saqueos y quemas en caso de que no participen en las movilizaciones. Asimismo, muchos vecinos denunciaron que se vieron obligados a colocar Whipalas en casas y autos, para evitar ataques.

Sin embargo, también muchos de los vecinos fueron asustados el lunes y martes con el rumor de que Luis Fernando Camacho enviaría a grupos represivos para saquear las casas y negocios.

Entre esos dos días, los mercados se llenaron por el temor al desabastecimiento de los alimentos. Pero muchas personas estaban confundidas porque hasta ese momento no hubo un pronunciamiento oficial de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) de El Alto, ni de ninguna otra autoridad con alguna demanda concreta.
Amenazas
De acuerdo con testimonios de vecinos de las zonas Senkata y Puente Vela, brindados a la red Uno, los dirigentes barriales obligan a marchar con la amenaza de que si no se les expulsarán del barrio.

“Estamos siendo obligados a marchar ya que nuestros dirigentes son masistas”, dijo uno de los entrevistados.

Ese medio mostró puertas en las que se lee “faltón”. Similar situación se da en otros sectores de la urbe, donde además las amenazas también son de saqueos y quemas.

Por ese motivo y tras evidenciarse que algunos dirigentes vecinales obligan a marchar a las personas, circuló en las redes sociales (RRSS) una convocatoria para que tomen una determinación sobre el caso.

“Basta de estos abusos; a unos cuantos les gusta vivir de la política y utilizan al pueblo para que les sirvamos de escalera y luego acomodarse en diferentes pegas con jugosos sueldos”, reza la convocatoria.

También, un video en las RRSS revela que la zona de Pacajes Caluyo rechazó los bloqueos que promueven inestabilidad social. Lo mismo ocurrió con la zona Huayna Potosí y la zona 12 de Octubre, así se van sumando otras zonas.

Debilitamiento y cansancio de los vecinos
Entre el cuarto y quinto de movilizaciones y paro en El Alto, se evidenció el debilitamiento y cansancio de una parte de la población de esa ciudad. En medio de las reuniones vecinales, en diferentes sectores muchos no conocían con claridad el objetivo de las marchas. Algunos decían en defensa de Wiphala y otros para expulsar a Camacho, quien volvió a Santa Cruz el martes, y Mesa.
ANF conversó el viernes con un vecino de la zona 16 de Julio, quien pidió no ser identificado por temor a represalias. Aseguró que las fogatas en las esquinas tienen la finalidad de resguarda las casas de los delincuentes y no es en apoyo a las marchas. 

También aclaró que por la división de algunos dirigentes, vecinos están siendo obligados a salir a marchar bajo sanción de ser castigados en diferentes formas. También observó que los mismos quieren aprovechar el momento con fines electorales.

Por otro lado, precisó que los pobladores de la zona Senkata tienen mayor capacidad para presionar en sus demandas porque están cerca de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Y eso está causando el desabastecimiento de combustible a la ciudad de La Paz.

Ciudadanía dividida
Tras la posesión de Áñez, las movilizaciones de algunos grupos de El Alto llegaron a la sede de Gobierno. Muchas de estas se realizaron de forma pacífica. Sin embargo, el miércoles un grupo de los manifestantes inició destrozos por lo que la Policía retuvo a 109 personas.

En el quinto día de manifestaciones en El Alto, se hizo más evidente la existencia de dos grupos de movilizados. Uno que verdaderamente no quería que Evo Morales renuncie a la presidencia de Bolivia y otro que acepta el cambio de Gobierno y espera que así se pacifique el país.

Por otro lado, otro grupo de personas continúa con las marchas exigiendo la renuncia de la presidenta Jeanine Añez, respeto a la Wiphala y la renuncia de la Alcaldesa de El Alto.

Este grupo de movilizados, hasta el momento realizó al menos cuatro cabildos tanto en la Plaza San Francisco, en la Ceja de El Alto y por inmediaciones de la Universidad Pública de El Alto (UPEA).

ANF evidenció que, de todas esas reuniones, el resultado fue desconocer a las Fejuves de El Alto, que no están activas en las movilizaciones, y formar un Comité Cívico transitorio que lidere las mismas. Pero aún no tienen clara una demanda concreta para continuar con las movilizaciones. Aun  se puede observar pequeños grupos de manifestantes en El Alto.// ANF

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