Debido a la pandemia, muchos delincuentes se dieron formas de aprovecharse de la necesidad económica de la gente. Hay varios tipos de estafas, entre ellas las de venta de terrenos y piramidales.
La necesidad de obtener dinero de forma fácil y rápida hizo que mucha gente confíe ciegamente en ofertas de trabajo o de de terrenos a bajo costo. Con la esperanza de mejorar sus condiciones de vida las personas depositaron grandes sumas de dinero a cuentas privadas, compraron productos, o pagaron a desconocidos; sin embargo, después de un tiempo, los hombres o mujeres en quienes habían confiado desaparecieron sin dejar documento o rastro alguno. Así es, este año los delincuentes aprovecharon la necesidad de la población para estafar, el delito que más primó tanto en El Alto como en La Paz durante este 2021.
El subdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de La Paz, Juan José Donaire, expuso que este 2021 primaron diferentes delitos, uno de ellos fue la estafa debido a que por pandemia hubo más personas conectadas a las redes sociales, a quienes los delincuentes les ofrecieron una y otra cosa.
“Un primer escenario que ha tenido mayor importancia es que las vulneraciones, estafas, información irreal, información tergiversada se dio en plataformas virtuales, como las ofertas laborales o los intercambios de servicios”, indicó el coronel Donaire.
“¿Estás sin empleo?”, “se necesita jóvenes y señoritas con o sin experiencia” son algunas de las convocatorias camufladas que buscan estafar a la gente. Generalmente, los que caen son personas desocupadas que tienen la esperanza de conseguir dinero fácilmente, entre ellas ancianos y jóvenes.
Además, los delincuentes tienen otras modalidades para captar a sus víctimas; por ejemplo, las ventas. Donaire explicó que los estafadores llaman a sus víctimas con actividades llamativas, luego piden un depósito a través de la billetera móvil, ya sea para una supuesta entrega de productos y medicamentos.
Los delincuentes además usan páginas con nombres de empresas serias para que la gente no desconfíe. En su contacto, usan un lenguaje cordial con sus víctimas y les piden depositar montos de dinero a cuentas para ser parte de sorteos y se ganen premios.
Donaire indicó que inclusive hay gente que se hace pasar por familiares con la intensión de pedir dinero o dicen ser autoridades. Los estafadores envían mensajes de WhatsApp mostrando una foto que obtienen de Facebook y se hacen pasar por otra persona, como un amigo lejano, piden sumas de dinero para recoger su equipaje de algún supuesto aeropuerto.
Por otro lado, están las estafas piramidales donde los delincuentes les solicitan depósitos de dinero para que el negocio “crezca”. La condición es que la gente debe traer a sus amigos o familiares para que su ganancia sea mayor.
Donaire explicó que los delincuentes no tienen un grupo etario específico, pero se habla de jóvenes y adultos mayores.
Estafas de terrenos
También aprovechan la necesidad de gente que espera comprar terrenos. Un caso sonado fue la de la zona sur en La Paz. En octubre de este año una inmobiliaria ofreció terrenos fantasmas y las víctimas sumaban al menos 50, de las cuales 15 presentaron la denuncia. Los incautos creyeron que era posible comprar terrenos a bajos precios en ese sector de La Paz.
Según el director regional de la FELCC de El Alto, Limbert Coca, las estafas fueron recurrentes en la urbe en el año que se va, especialmente las relacionadas con la venta de terrenos y automóviles.
“Otro delito es la estafa, el de disposición patrimonial de las víctimas; el estafador les convence principalmente con la venta de terrenos, también con la venta de vehículos. Se trata de empresas de vehículos que ofertan grandes facilidades de pago para obtener un vehículo” explicó Coca.
Lamentó que la incredulidad de la gente que no pide ninguna documentación como garantía al momento de entregar dinero y como consecuencia, luego de dos meses o tres se acercan a la FELCC para denunciar la estafa.
En noviembre de este año, en la urbe alteña, un grupo de personas denunció que fue víctima de una estafa múltiple en la compra de terrenos de una inmobiliaria. Los afectados pidieron la devolución de su dinero debido a que los terrenos que compraron fueron avasallados tiempo después.
A unos pasos del puente de la Ceja se instalan vendedores de terrenos que sin documentación o garantías ofrecen propiedades con una facilidad de pago.
En octubre, dos ciudadanos chinos financiaron y montaron desde Santa Cruz la aplicación iShop, medio por el cual, según las primeras indagaciones, se estafó al menos a 2.400 ciudadanos que fueron captados por las redes sociales. Todos creyeron en el cuento de que “sólo con hacer un clic” ganarían altos intereses por los depósitos que hicieron a cuentas de dos personas. Se presume que los estafadores acumularon al menos 20 millones de bolivianos.
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