Cómo relajarte para un examen

Estamos en una época muy dura para los estudiantes, pronto empezarán las jornadas de exámenes y muchos nos preguntamos qué podemos hacer para relajarnos con vistas hacia los futuros exámenes en los que nos podemos jugar mucho.
Chica estudiando.
En la mayoría de las ocasiones los nervios y el estrés hacen mella en nuestra calificación ya que nos impiden pensar con claridad, por lo que aquí van unos cuantos trucos para estar bien sereno y relajado en un examen.
La noche anterior debes haber descansado bien, es decir, al menos 8 horas, por lo que no lo dejes todo para el último día. Planifícate el horario sin modificar tus horas de sueño, así ya has ganado parte de la batalla, estarás sereno. Si no puedes dormir bien por los nervios, respira hondo, y piensa lo siguiente: “Mañana me ocuparé del examen, ahora debo dormir”. Suele ayudar mucho y hace que nos despreocupemos aunque solo sea por un momento.
A la mañana siguiente, evita tener que estudiarte puntos o temas que te falten, no servirá de nada, ya que lo retendrás a corto plazo y lo más probable es que te acabes haciendo un lío.
Cuando llegues al colegio, instituto, universidad… charla con tus amigos, come algo, estate relajado y no pienses en el examen. Esto último podría causar que pensaras que no te acuerdas o no te sabes algo, y volverías a pegar un repaso general de todo, pero todos sabemos que no es igual estudiar entre clases que en casa, así que lo más probable es que termines acordándote solo de lo repasado. También es aconsejable que evites relacionarte con personas con ataques de nervios extremos, al final todo se contagia y aunque estés relajado terminarás poniéndote taquicárdico.
Si estás seguro y confiado el examen te saldrá de lujo, por lo que si has estudiado en condiciones, te lo deberías de saber todo (o casi todo) y así que, en cuanto llege la hora de la prueba final, siéntate, saca lo requerido para el examen y respira hondo las veces que creas necesario. Aquí os dejo una imagen con posturas para la relajación.
Posturas de relajación para un examen.
Cuando tengas el papel delante tuya, no olvides leer todas y cada una de las preguntas previamente y comenzar por las que mejor te sabes, así podrás dedicar más tiempo a aquellas que sean más difíciles de desarrollar. Si hay algo que no entiendes, vuelve a leer el enunciado, busca en tu cabeza los conceptos más básicos y sobretodo no te estreses, céntrate en lo que te sabes, ganarás confianza y te tranquilizarás.
Generalmente los nervios se pasan en cuanto ves el examen, si no es así (ya sea por los motivos que sea), dedica un poco de tiempo que veas necesario a concentrarte, acompasar tu respiración y a convencerte de que eres capaz de ello.
En conclusión, dedícale tiempo al estudio pero también practica estas técnicas para relajarte. No hay mejor combinación que relax y conocimientos asegurados para poder afrontar un examen como un auténtico experto en la materia.
Tomando apuntes del profesor.

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