Madres alteñas y el sueño de vivir libres de violencia

Vivir en El Alto

En la ciudad de El Alto, las madres no sólo están presentes en el cuidado de la familia realizando el trabajo doméstico. Un gran grupo de ellas también vela por el sustento económico a través de varias actividades productivas y de servicios.

Otro grupo de madres se dedica también a la actividad política en la representación que ocupan en organizaciones sociales e instituciones. Pero también hay madres que estudian y se forman en ramas técnicas y profesionales. Siendo así, las madres alteñas con su tenacidad y decisión aportan al crecimiento de la ciudad y del país, librando batallas diarias para despatriarcalizar un entorno que todavía discrimina y se guía por moldes machistas y prácticas violentas hacia las mujeres.

Violencia intrafamiliar en El Alto

"Ser madre es una bendición, pero también tiene sus malos momentos porque muchas sufren violencia dentro de sus hogares", afirma Rufina Mamani (45) madre y gremial que trabaja en la zona 12 de Octubre. Sus palabras son ciertas. De acuerdo al Observatorio de Control Social del Centro de Promoción de la Mujer Gregoria Apaza, entre enero y marzo de este año ya se registraron 1.281 casos de violencia intrafamiliar en el municipio.

Sin embargo, los datos indican que si bien han aumentado los casos denunciados en relación a gestiones pasadas, existe una mayor predisposición de las personas a ejercer sus derechos pues buscan instancias donde se haga justicia. En ese sentido, llama la atención que los casos de violencia psicológica -que comprenden los insultos, las amenazas e humillaciones- sean los más reportados, ésto no ocurría antes.

Por otra parte, es importante destacar que en las denuncias de violencia intrafamiliar presentadas a la Policía, existe un porcentaje de hombres (2.3%) que tampoco aparecía en las estadísticas. A partir de estos datos se puede inferir que la violencia intrafamiliar no es un problema sólo de mujeres, afecta al entorno social en la medida que cualquiera de sus miembros se sienta afectado.

Feminicidios: casos de muertes

Cuando Rufina Mamani habla de violencia intrafamiliar, también se refiere a las madres que no llegan a denunciarla por miedo. A veces el silencio es el refugio de la violencia y cuando ésta aumenta puede llegar a la muerte. "Muchas mujeres han muerto en mano de sus maridos, porque las han torturado tánto que no han aguantado... o simplemente les han quitado la vida con un cuchillo o con otras cosas".

El Observatorio del CPMGA tiene registrado 88 casos de homicidios y 12 asesinatos contra mujeres en el año 2010. Estos casos se consideran feminicidios porque las víctimas llegan a la muerte por el hecho de ser mujeres y considerando que varias de ellas están entre los 18 y los 45 años, muchas eran madres. Este tipo de extrema violencia aún no figura como delito en el Código Penal y por eso en varias ocasiones, las madres jóvenes y adultas salieron a las calles a hacer esta demanda con carteles que, sobre un cajón simbólico, decían: "Descansa en paz, nosotras no descansaremos".

El trabajo doméstico

Ciertamente las mujeres madres no descansan. El trabajo doméstico que realizan suele pasar invisible aunque la sociedad considere que es una obligación. Ese conjunto de actividades, socialmente asignadas a las mujeres por el sistema patriarcal, no es remunerado. Entre las responsabilidades laborales están la del cuidado de los hijos/as y la garantía sobre el bienestar de la familia.

Se estima que las mujeres madres tienen un promedio de 11 horas diarias dedicadas a labores domésticas, frente a dos horas de los hombres, según el Observatorio del CPMGA. Aunque se ha producido un importante incremento de la participación femenina en las actividades remuneradas, no se ha generado el paso de los hombres en las actividades domésticas ni se ha dado el incremento de la responsabilidad social y estatal para la provisión de servicios públicos de cuidado.

Responsabilidades compartidas

La Constitución Política del Estado instituye en el artículo 338 que el Estado reconoce el valor económico del trabajo del hogar como fuente de riqueza y deberá cuantificarse en las cuentas públicas. Amalia Coaquira de la Red de Mujeres Trabajadoras y Sindicalistas, considera que "Es necesario que se visibilice la doble y triple jornada de las mujeres, porque no es equitativo el trabajo y el salario que se da. Los jefes dicen que las mujeres no dan la misma fuerza laboral que los varones. También, es necesario visibilizar el trabajo doméstico porque tenemos harto trabajo en la casa, lavar o cocinar, etc., el tema reproductivo y en algunos casos el trabajo fuera de casa".

La CPE ha incorporado en otros Artículos, derechos en beneficio de las mujeres en general y de las madres, en particular. En el Art. 64 menciona la redistribución de las responsabilidades y deberes familiares; el Art. 48 se refiere a la promoción del trabajo de las mujeres y el derecho a una igual remuneración por trabajo de igual valor.

"Las mujeres deberíamos exigir que se cumpla lo que está escrito dentro la constitución, será un avance cuando nosotras estemos comprometidas y reconozcamos estos roles y hagamos cumplir lo que dice la Ley", agrega Coaquira.

Como se puede ver, muchos problemas rodean a las madres alteñas, pero mucho es el valor que ellas imprimen cada día en sus acciones pensando en un bien colectivo. Si no fuese su convicción por luchar por los derechos de todas y todos, no se habrían dado los pasos que hoy muestran avances en la despatriarcalización de la vida tanto en las normas como en la cotidianidad.

Pues fueron las madres alteñas con sus luchas por el gas, por el agua y por la dignidad quienes impulsaron los cambios que hoy vive el país. Y siguen siendo ellas, quienes en cada rincón de esta gran ciudad forman a las nuevas generaciones, transmiten la cultura y los valores para construir un Municipio que sirva de ejemplo para Bolivia. Así es como ellas tejen el sueño mayor de vivir libres de todo tipo de violencia, reconocidas y respetadas en todas las múltiples actividades que realizan.

El valor de las madres en la historia nacional

Debido a una Ley de el 8 de noviembre de 1927, el día de la madre boliviana es festejado cada 27 de mayo, fecha elegida para recordar a un grupo de valerosas mujeres que, precisamente el 27 de mayo de 1812, cuando en América se libraba la Guerra de la Independencia, decidió escribir en La Coronilla de Cochabamba, una página importante de la batalla contra el yugo español. (Claudia Espinoza).

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