Guardias no quieren trabajar en el Barrio Chino de El Alto por miedo

Desde el mediodía, en la calle 3 de Villa Dolores, conocida como el Barrio Chino de El Alto, llegan los guardias de seguridad privada que son contratados por los vecinos, pero éstos son “pocos” porque muchos evitan trabajar en este sector por miedo a las amenazas que reciben de los delincuentes que merodean por la zona.

El Alto - Bolivia“Acá venden cosas robadas y vienen a comercializar todo de los cogoteros. Las autoridades no hacen nada y no hay policías. Los guardias de seguridad ya no quieren venir a trabajar en esta calle”, dice Juan, nombre ficticio, vecino de unas las casas ubicadas en el Barrio Chino.

No es el único, María, administradora de una de las galerías comerciales, cuenta que contratan dos guardias de seguridad a partir de los 14:00 porque a esa hora es cuando llegan los comerciantes de objetos usados y también robados. Pero explica que los guardias sólo se quedan hasta las 20:30, pues no quieren trabajar hasta más tarde porque tienen miedo a ser amedrentados por los delincuentes. “De 17:00 a 20:00 la calle está repleta de estos vendedores, no hay caso de caminar”, dice María, quien relata que los dueños de la galería optaron por instalar cámaras de seguridad y alarmas en su inmueble.

En el caso de Juan, al igual que otros vecinos, no tiene dinero para invertir en un sistema de cámaras de seguridad, pero opta por cerrar las puertas con varios candados y chapas.

“A partir de las nueve de la noche tenemos que encerrarnos en nuestras casas y no salir por seguridad y estamos anclados. Es muy peligroso”, confiesa Juan.

Pero no sólo viven temerosos. Todos los días, a las 16:00 guardan los objetos que exhiben en sus tiendas, pues los vecinos de las casas del Barrio Chino son obligados por los comerciantes a dejar libres las aceras para que se acomoden otros vendedores.

“Las tiendas de las casas tenemos que meter nuestras cosas, no podemos poner nada a partir de esa hora”, relata Juan, pues asegura que incluso los comerciantes los obligaron a firmar un documento. Juan y María coinciden de que cuando uno de los vecinos contradice a los comerciantes, éstos son agredidos y amenazados. “Estamos preocupados, las autoridades no hacen nada, en las noches estos comerciantes sólo venden cosas robadas”, dice.

La caseta policial está abandonada

Construida de madera y pintada de verde, la caseta policial, ubicada en el Barrio Chino de El Alto (calle 3 de la zona de Villa Dolores) está abandonada. La misma, cerrada con candado, fue donada por un vecino de esa calle.

“He donado la caseta para que un policía venga y nos brinde seguridad por las noches, pero desde hace seis meses está vacía”, relata el vecino.

Recuerda que antes (hace medio año) un efectivo policial ocupaba la caseta, pero no regresó, pues según este vecino eso ocurrió por el temor del policía.

“Es muy peligroso en la noches, hay muchos delincuentes”, relata este vecino, pues detalla también que entre las cinco y nueve de la mañana llegan los delincuentes a vender las cosas que roban.

Ante ese panorama, este vecino asegura que volverá a pedir a la Policía un efectivo policial, pues incluso está dispuesto pagar un bono y un refrigerio.

Según un efectivo policial de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de El Alto, en la calle denominada Barrio Chino existen algunas personas llamadas Albertos, que venden objetos robados. “Los delincuentes entregan a esas personas todo lo que sustraen y ellos las vuelven a vender”, dice.// Página Siete

Publicar un comentario

0 Comentarios