Un contexto de crecimiento demográfico, pobreza, una alta
dinámica económica-comercial y nuevos consumos culturales hacen a la ciudad de El Alto un espacio propicio para la trata y tráfico
de personas, o más precisamente para la violencia sexual comercial de niñas,
niños y adolescentes, una actividad completamente camuflada en medio del
comercio informal.
Así lo plantea el “Estudio de rutas críticas de trata de niñas,
niños y adolescentes en situación de violencia sexual comercial en la ciudad de
El Alto”, dirigido por el sociólogo Alfonso Hinojosa, y cuyos resultados fueron
compartidos en el IV Congreso Latinoamericano contra la Trata y Tráfico de
Personas “Tejiendo redes, voces y miradas para decidir y actuar” realizado en
octubre en la ciudad de La Paz.
Hinojosa explicó que el objetivo del estudio fue develar esas
dinámicas económicas, sociales y culturales que hacen a El Alto en relación a la
violencia sexual comercial, como se conoce a los delitos sexuales contra niños,
niñas o adolescentes.
El crecimiento demográfico de la ciudad, más alto que la
media nacional (1,7%); el promedio de edad de su población, de 23,5 años; y la
dinámica económica y comercial, principalmente asentada en la economía informal,
han definido nuevos patrones de consumo cultural en esa urbe. ¿Y qué pasa con la
visión cultural de mirada hacia las mujeres? El sociólogo afirma que, en una
ciudad donde tres de cada cuatro personas se autodefine aymara, una ideología
patriarcal y los altos niveles de violencia intrafamiliar marcan la relación con
las hijas: los niveles educativos de las víctimas muestran que cerca del 90%
sólo tiene primaria concluida debido a que se vieron forzadas a salir a trabajar
para apoyar económicamente a la familia.
Para el sociólogo Hinojosa, esa dinámica económica-comercial se
presenta precaria y vulnerable para los jóvenes en términos laborales, y
precisamente entre los jóvenes obreros está el grueso de los consumidores o
violentadores. “Donde hay una actividad comercial febril también está instalado
el comercio sexual. Una de las primeras conclusiones del estudio es que estas
dinámicas económicas de El Alto, en términos de demografía, economía, de
comercio y de consumo, están íntimamente ligadas al consumo sexual, y eso ya es
preocupante”, dice.
Los locales de oferta de prostitución y de ejercicio de
violencia sexual comercial están ubicados en plena zona comercial en
alojamientos, galerías comerciales, edificios de oficinas y salas de Internet,
al margen de establecimientos que funcionan abiertamente como bares, discotecas
o lugares de ocio.
“Como resultado de la investigación –dice entre sus
conclusiones–, es posible concluir que la ciudad de El Alto es un espacio de
captación, traslado y distribución de comercio sexual, donde el delito de trata
de personas y violencia sexual comercial, a través de rutas internas y externas
es muy dinámico. Son bastantes y variados los establecimientos y actores que
lucran en lenocinios, casas de cita y bares, donde se encuentran inmersas
diferentes redes criminales que comercian mujeres, algunas de las cuales son
niñas y adolescentes, todo ello a través de circuitos y espacios físicos sonde
se da el comercio sexual”.
Otro aspecto importante es que la dinamicidad
económico-comercial y del comercio sexual, por tanto de la violencia sexual
comercial, están vehiculizadas por “rutas críticas” de circulación a nivel
intradepartamental, nacional e internacional de niños, niñas y adolescentes y
mujeres jóvenes. “Si bien es real la presencia y accionar de organizaciones
criminales –dice el estudio–, las cuales muchas veces tienen vínculos fuera del
país, no hay que olvidar el tema de los mercados urbanos como factores
importantes de estas rutas. En ello el tema de las minas es un aspecto
recurrente en varios testimonios; es decir, que la presencia de minas es un
factor vinculante con el comercio sexual y la trata de mujeres”.
El estudio dirigido por Alfonso Hinojosa es mucho más amplio, e
indaga en las características de la dinámica económica, social, etnocultural y
política de la ciudad de El Alto; analiza la dimensión, incidencia y
distribución geográfica (mapeo) y social del comercio sexual en esa ciudad;
identifica los espacios y dinámicas de violencia sexual comercial; traza las
rutas de comercio sexual y trata en El Alto; y evalúa los casos judicializados
de trata de personas y violencia sexual comercial en esa ciudad.
La investigación se realizó por iniciativa de Fundación La Paz
y Fundación Munasim Kullakita, con el apoyo financiero de ICCO Cooperación. El
título completo del estudio es “Estudio de rutas críticas de trata de niñas,
niños y adolescentes en situación de violencia sexual comercial en la ciudad de
El Alto – Mapeo del comercio sexual en El Alto – Dinámicas económicas, sociales,
culturales y mapeo específico de rutas de trata”.// PIEB.com.bo
0 Comentarios
Todo comentario es bienvenido y se agradece. Comenta dentro del marco del respeto y evita hacerlo como "ANÓNIMO" (Sobretodo si quieres recibir respuesta). Si tienes alguna sugerencia escribe a través del formulario de contacto.
Emoji