Entre medio de una pared de ladrillo visto en una casa del barrio 13 de Agosto en Trinidad, yacían los cuerpos de Maribel A. y su hija de 15 años. Ocurrió la madrugada del 22 de abril. Luego de varios días, la Fiscalía vinculó la muerte de las dos mujeres a un ajuste de cuentas por líos de su padre con presuntos narcotraficantes.
Veinte días después, en la zona de Achocalla (La Paz), una mujer de 61 años y un menor de 11 también fueron encontrados sin vida cuando el autor del hecho, Gabriel Ch., con presuntos problemas de esquizofrenia, intentaba ocultar las evidencias.
A estos dos delitos se suma el asesinato de un empresario transportista en Cobija, el de una menor de seis años violada por sus primos en Santa Cruz y el de Selena, también de 15, que fue hallada sin vida en el cruce de Epizana, en Cochabamba.
Con el propósito de prevenir estos delitos contra la vida y otros, el Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana (ONSC), área dependiente del Ministerio de Gobierno, presentó el estudio de georreferenciación del delito con datos a 2016.
De acuerdo con el informe presentado por el ministro de Gobierno, Carlos Romero, por cada 100.000 habitantes, El Alto y Trinidad registraron los índices de homicidio más altos del país, seguido de Cobija, Sucre, Oruro, Cochabamba, Potosí, Santa Cruz, Tarija y La Paz.
El promedio del país es de 9 muertes por cada 100.000 pobladores. Romero precisó que estos datos por habitante difieren con el número de registro de delitos contra la vida, que hasta 2016 lo encabezaba también El Alto, con 247 casos; seguido de Santa Cruz (76), Cochabamba (36), Oruro (19) y los restantes 63 hechos en el resto de las regiones.
El Alto y sus 14 cuadrantes
El Alto tiene un 32% de los 2,8 millones de habitantes que tiene el departamento de La Paz, según datos del INE hasta 2016. Este municipio cuenta con 900.000 habitantes y según el ONSC, registró en 2016 al menos 27 homicidios, asesinatos y feminicidios por cada 100.000 habitantes.
¿Una cifra que refleja la realidad? Dorian Ulloa, secretario de Seguridad Ciudadana de este municipio, dice que tiene dudas sobre la fiabilidad de esta información puesto que cuantifica el número de denuncias pero no los hechos resueltos.
Pero Ulloa también reconoció que por la cercanía con Perú y el crecimiento desordenado que tuvo la anterior década, hubo un incremento de la ola delictiva. Identificó que este hecho se da por al menos tres causas: uno, el reducido número de policías que tienen -unos 1.500- de los cuales un porcentaje mínimo realiza patrullajes; segundo, el consumo excesivo de bebidas alcohólicas, hecho recurrente en zonas como el barrio 12 de Octubre, Villa Dolores y Ciudad Satélite y tercero, por el mínimo porcentaje de sentencias contra los delincuentes, como sucede en los casos de abusos sexuales donde el porcentaje de condenados no llega ni al 1%.
Julio Cordero, comandante regional de El Alto, dice que en 2017 este número de delitos se redujo gracias al incremento de los operativos y de cámaras de vigilancia. Precisó que, en lo que va del año, han aprehendido a 21 personas in fraganti y han evitado al menos 21 linchamientos en zonas donde los muñecos colgados en los postes se convierten en una advertencia.
Cordero precisó que este año están trabajando con más de 5.000 brigadistas de colegios y van a incrementar a 2.000 el número de policías. Un dirigente vecinal de El Alto precisó que en diversos barrios la población se organiza para frenar los hechos delictivos. Pidió más control en bares y cantinas y así reducir el número de grupos delictivos. Según Romero, existen 80 módulos policiales en El Alto y se identificaron unas 23 pandillas en el municipio.
Ajustes de cuenta en Trinidad
En la capital beniana, según proyecciones del INE, conviven 122.000 habitantes, pero también ocupa el segundo lugar en número de homicidios por cada 100.000 habitantes con una cifra de 10.
Iván Zambrana, director de la Felcc de Beni, dice que un 80% de los casos registrados en esta capital son por rencillas personales o comúnmente conocidos como ‘ajuste de cuentas’. Dijo además que las personas que cometen los delitos están entre los 13 y 17 años y debido a algunas falencias que tiene el centro de rehabilitación El Maná, en muchos casos estos jóvenes vuelven a delinquir.
Un empresario ganadero dijo que hasta hace dos años, en este municipio se perdían diariamente unas ocho motos. “En la Felcc tengo como 45 policías para Trinidad”, precisó Zambrana.// El Deber
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