Los delitos contra la vida en la ciudad de El Alto son tantos que están por encima del promedio de la región. Mientras en Latinoamérica el promedio es de 27 homicidios por cada 100 mil habitantes, en la urbe altiplánica se reportó el año pasado una tasa de 28,6.
"El Alto es un caso complejo, hay que definir ahí una estrategia especial. Se tiene 28,6 delitos contra la vida por cada 100 mil habitantes, está por encima del promedio latinoamericano de 27, que además es el más alto del mundo”, reveló ayer el ministro de Gobierno, Carlos Romero, al inaugurar la Precumbre de Seguridad Ciudadana en la región occidental del país.
Según datos del Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana (ONSC), en 2016 en El Alto hubo 258 delitos contra la vida (ver infografía), muchos más que en La Paz, donde hubo 12 y en Oruro (25) y Potosí (10). Mientras en estas tres últimas ciudades las cifras bajaron con relación a 2015, en El Alto subió.
En 2012, un informe de Naciones Unidas estableció que en Sudamérica los homicidios oscilaban entre 16 y 23 por cada 100 mil habitantes. En 2015, una ONG brasileña reportó que en Latinoamérica estaba también por encima del 20, mientras que el promedio mundial es de apenas 6,2.
"En La Paz hay un decremento significativo y puedo asegurar que es la tasa más baja del continente en delitos contra la vida”, enfatizó Romero.
En cuanto a los delitos contra la libertad sexual, también hubo un incremento en El Alto, lo mismo que en trata y tráfico, donde los casos subieron en más del doble.
En los hechos de tránsito también hubo un incremento de 2.881 en 2015 a 4.789 en 2016.
El viceministro de Seguridad Ciudadana, Carlos Aparicio, manifestó que son los casos que se dan en esta ciudad los que "hacen disparar el porcentaje de delitos en el departamento”. En su criterio los clanes familiares, algunos con la presencia de extranjeros, principalmente de Perú, y los ex-reclusos que establecen allí sus contactos están entre los causas que impulsan la delincuencia.
"La migración del campo a la ciudad, la presencia de pandillas, de extranjeros que se organizan en clanes y cometen robos agravados y el consumo excesivo y por cualquier pretexto de bebidas alcohólicas también están entre las causas”, añadió Aparicio.
No obstante, también se registraron aspectos positivos en el informe del ONSC. La violencia intrafamiliar, que subió en La Paz en 18% y Oruro en 73%, bajó en El Alto en 40%.
Lo mismo ocurre en el robo de vehículos, mientras que en La Paz subió en 39%, en El Alto estos hechos bajaron en 70%. La misma reducción se presentó en los delitos contra la propiedad y contra las personas, como lesiones.
En la Precumbre, las autoridades de distintas ciudades buscarán soluciones a sus problemas de seguridad ciudadana.// Página Siete
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